Orientaciones:
La unidad europea, para Bardèche, era imprescindible, un auténtico potencial revolucionario, una idea original en su reconstrucción. Era preciso el despertar imperioso de los hombres europeos. De ahí la defensa, hoy impotente, del Continente y la preservación de su espíritu comunitario, de su identidad, el nacional-europeísmo, como nacionalismo supranacional y revolucionario, como una sola Nación, como un Imperio emergente, que sólo se logrará con ‘energía, justicia y fe’…”
[José Luis Jerez Riesco]
Índice:
Prólogo de José Luis Jerez Riesco / 7
Nota del editor de la edición francesa, Roland Hélie / 17
Prefacio del autor / 19
1: Las dolorosas pruebas de la posguerra / 23
2: Actualidad de la idea europea en los años 1940 y 1950 / 27
3: Contra la «Aneuropa» / 37
4: Una respuesta venida de Malmö / 49
5: Pensando en el «contagio» Nacional-Europeo / 61
6: Geografía y cooperación en la Europa nacional / 73
7: Un imperativo: La «Europa acorazada» / 85
8: Principios europeos de economía continental / 103
9: Por una tercera civilización / 117
10: Bardèche, responsable del giro europeo del nacionalismo francés / 129
Bibliografía / 135
ANEXOS
Entrevista a Georges Feltin-Tracol / 141
Álbum fotográfico / 151