Mi hermano Horst: un legado

Orientaciones:

Cuando la noche del 30 de enero de 1933, el ejército pardo de la revolución alemana marchó a través de la Puerta de Brandemburgo con sus banderas de asalto ondeando y los estandartes alzados, supe que había llegado la hora que tanto habían anhelado mis hermanos y sus camaradas. En esa hora de la noche, cuando la canción de Horst, surgiendo de millones de gargantas, se elevó hasta las estrellas, y los resueltos pasos de marcha de los batallones pardos anunciaron el amanecer de una nueva época en la historia alemana, mis pensamientos vagaron hacia las tranquilas tumbas del cementerio de San Nicolás.

Cuando amaneció el primer día del nuevo Tercer Reich, mi decisión estaba tomada; debía hablar por quienes estarán ya siempre en silencio. Con Horst y Werner, recorrí una vez más el camino que los condujo desde la seguridad del hogar de sus padres hasta la lucha por el renacimiento de Alemania. Es el camino que tomó Horst desde la Bismarck Bund hasta las S.A, pasando por la Liga Vikinga. En todo lo que escribí me basé únicamente en lo que Horst nos dejó como un querido legado en sus escritos. La forma es mía; el contenido, no. El mismo Horst nos habla en muchas páginas, pero en todas ellas habla su espíritu, el espíritu de las S.A.

Así surgió este libro. Como hermana de Horst Wessel, se lo dedico a los muchachos que murieron antes y después de Horst en la lucha por la libertad y la grandeza de Alemania.

[Del prefacio de Ingeborg Wessel]