Orientaciones:
Pensar en disidencia no significa caer en las redes de la utopía o la ucronia, un vicio tan común en muchos entusiastas defensores de una presunta tradición y valores más genuinos. El realismo político supone observar las relaciones de poder, independientemente de los deseos y preferencias de los actores y las teorías y normativas de los expositores. El realismo político otorga valor positivo a la realidad, la verdadera, no la impuesta por las modas epocales ni por los centros productores de sentido difusores de lo «políticamente correcto»
[Horacio Cagni]
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