Orientaciones:
Contrariamente a lo sucedido en Rusia donde el Partido bolchevique se apoderó del Estado, y en Alemania donde el Partido nazi se hizo con el control del Estado dándose además la circunstancia de que en ambos países la bandera del Partido pasó a ser la nacional, en España donde Franco reunía en su persona las potestades de jefe del Estado y del Gobierno, Generalísimo de los Ejércitos y jefe nacional del Partido la situación fue muy distinta. Falange Española Tradicionalista y de las JONS -a la que muchos siguieron llamando Falange pese a que la creada por José Antonio Primo de Rivera había desaparecido diluida en el crisol del Decreto de Unificación del 18 de abril de 1937-, pura y simplemente le pertenecía. Una situación que, en fecha muy temprana, denunciaron Pilar y Miguel Primo de Rivera, hermanos de José Antonio, y jóvenes figuras tan relevantes como Dionisio Ridruejo de quien son estas palabras: “Él [Franco] es el dueño del Estado pero la Falange no informa ese Estado. La Falange lo encubre, carga con todos los errores y nada más. La Falange tiene menos resortes de poder que nadie, y son las eternas fuerzas de la reacción las que mandan”.
Índice:
Presentación / 15
Guía de siglas / 19
PRIMERA PARTE
Capítulo 1
De partido único a “cáscara vacía” / 23
Capítulo 2
El Frente de Juventudes / 93
Capítulo 3
El Sindicato Español Universitario / 119
SEGUNDA PARTE
Roca fuerte del Régimen. La Organización Sindical Española / 185
Capítulo 4
Un país de “Productores”, empresarios y técnicos / 187
ANEXO
Fuerzas Armadas. El valladar que no pudo ser / 231
Fuentes orales. Entrevistas del autor / 315
Bibliografía / 325
Material gráfico / 337